Historias cotidianas que solemos ignorar

Discapacidad

Síndrome de Down: “Yo quiero contribuir a la cultura de este país”

Verónica Gómez Ramos tiene síndrome de Down mosaicismo y escribe libros con el seudónimo de Anna Cronos

“Soy Verónica Gómez Ramos. Nací el 4 de abril de 1978. Soy aries. Soy de Madrid. Mi difunto hermano nació en el 74 y murió en 2008. Entré con 24 años para hacer prácticas en el centro especial de empleo y al año siguiente le diagnosticaron a mi hermano un cáncer de colón. Mis padres se vinieron abajo y yo también. Imagínate una persona con síndrome de Down perder un referente. En el futuro él iba a ser mi tutor y desde entonces no tengo tutor. Cuando mis padres no estén, tendré que dedicarme a mí misma y a cosas de la casa”. 

“Soy discapacitada intelectual, síndrome de Down mosaicismo. El síndrome de Down es tener un cromosoma de más. La diferencia es que soy mosaicismo y no se me nota la discapacidad que tengo. Hablo como una persona normal, soy una vacilona, una chica divertida. Es importante para mí reírme”. 

“El síndrome de Down me ha frenado para sacar mis estudios adelante. No tener un título universitario y me hubiera encantado. Tengo la secundaria, el graduado escolar. Me hubiera gustado estudiar interpretación y medios audiovisuales y, al ser autora, ser guionista. Podríamos haber sido compañeras tú y yo”, me dice. 

Anna Cronos, la escritora con síndrome de Down

“Ese es mi tema, la escritura. Aparte de fantasía tengo publicado un libro de poesía. Nací con una habilidad que ni yo misma sabía, puedo sacar una poesía de la nada”. 

“Tengo publicados tres libros: Las aventuras de Urko, El misterio del reloj de arena y el libro de poesía llamado Simplemente Verónica, simplemente yo”. 

“Los publique en MRV Editor Independiente con Miguel Rubio Arteaga. Él es de Valencia y era profesor de educación especial. Ahora ya ha fallecido y me he quedado sin editorial”. 

“Empecé a escribir con 10 años. Empecé a ganar concursos de la Asociación de Empleados de Iberia Padres de Personas con Discapacidad y empezó a gustarme. Escribía novelas policiacas, de ciencia ficción. Tengo borradores sin corregir y sin publicar guardados en casa. Quiero una editorial porque me gustaría poder sacar esos borradores a la luz. Es una odisea buscar editorial, pero se puede conseguir. Ahora me gustaría también ilustrar los dos libros que ya tengo publicados. Sería genial. Yo quiero contribuir a la cultura de este país”.

“Soy como Eduardo Mendoza, uso su sistema. Me leí El misterio de la cripta embrujada y me encantó. Él se va de vacaciones por ahí y hace fotos a los sitios y demás, y se ambienta de un escenario para elaborar el libro. Yo me fui con mis padres a Cuenca en 2010 y ahí pude elaborar Urko. Las Casas Colgadas, el puente colgante, la Ciudad Encantada, me ambiento en el sitio, hago fotos con mi cámara digital y luego me las voy viendo en el ordenador. Te vas montando un puzle, dices mentalmente esto va aquí, eso va allí y vas estructurando la historia”. 

El misterio del reloj de arena tiene intriga, misterio, aventuras. Al terminar la secundaria y conseguir el título de la ESO, mis padres me regalaron un viaje a Londres. Cada vez que voy a un sitio se me dispara la imaginación. Me sale natural”.

“Escribo por vocación. Me gustaría que fuera mi verdadera profesión. En vez de operario industrial, ser autora profesional. A pesar de mi discapacidad. Que tenga mi discapacidad no me impide desarrollar y soy una persona normal. Que me veas como soy, normal, ni más ni menos. Me gustaría escribir una serie de televisión, que me den la oportunidad”. 

“Me encanta leer. Me relaja mucho escribir, cada vez más. Mi seudónimo literario es Anna Cronos. Me gustaría que más gente leyera mis libros, que tuviera repercusión en la Unión Europea, que me diera la oportunidad la gente, que yo también tengo derecho a firmar en la feria del libro, mezclarme con otros autores. Me encantaría ir a firmar a la feria y conocer a autores como Laura Gallego”.

“Coges esa referencia de una película que te haya gustado y la llevas a tu terreno. Cuando están con las bicicletas en E.T., yo lo relato a m manera y a mi estilo. Es una especie de homenaje a esa película que me marco”. 

“Ahora no escribo tanto porque estoy estudiando oposiciones para personas con discapacidad de la Comunidad de Madrid. Soy una de las aspirantes a plaza, llevo años”. 

De fondo el lugar donde trabaja Verónica.

Crecer como persona

“Publicar cuesta dinero, está bien trabajar. Parte de ese dinero que gano el resultado es ese”, dice señalando sus libros. “Tengo varias compañeras que se llevan bien conmigo y vamos juntas a desayunar. Me encantaría ser escritora profesional pero si no puedo tengo mi trabajo”.

“Asociación de Empleados de Iberia Padres de Personas con Discapacidad ahora se llama Envera. Aquí trabajo desde hace veintitrés años. Soy operario de Lacer, que es un producto farmacéutico. La pegatina que envuelve lo hacemos nosotros. Las pegatinas me encantan, me encanta poner pegatinas, es genial. Pero tengo habilidad para eso y para más que poner pegatinas en cajas de cartón, que eso hasta una niña de 10 años lo puede hacer. No me gusta cuando me ponen en una mesa aparte. Me encanta hablar y tener conversación, no soy compatible con la gente que me frena, no me gusta que la gente me frene. Acepto que tengo un carácter fuerte pero hasta ahí. Me paro, freno, pienso y razono si veo que estoy haciendo daño a alguien”. 

“Me gustaría tener más responsabilidades a nivel vida. Que te suban la categoría profesional me da satisfacción, alegría, voy a más. Siento que me estanco, llevo años en esa categoría. Yo soy como tú y quiero crecer como persona”. 

“Hago mucho deporte. Procuro cuidarme cada vez más. Mantener el peso a raya. Voy a clases de natación. Hoy precisamente voy por la tarde. Tengo compañeras que me lo paso pipa con ellas. Charlamos, nos echamos unas risas. También hago aerobic en el salón en casa con un dvd”. 

“Hace poquito ha sido el cumpleaños de una amiga del barrio y lo hemos celebrado cerca de casa. Amistades tengo pocas, se cuentan con los dedos de la mano, pero son geniales. Las tengo con y sin discapacidad. No quiero más amigas, estoy bien así. No me gusta tener novio ni quiero tenerlo. Estoy muy a gusto como estoy, gracias”. 

“Me encanta el cine, tengo una videoteca entera que flipas. Soy feliz a ratos. A veces me da un poquito de bajón porque pienso mucho en mis abuelos, que ya no están; en mi hermano, que ya no lo tengo. De momento estoy bien viviendo con mis padres. Tengo mi propia independencia, a pesar de nuestros rocecillos. Tengo incapacidad parcial, tomo mis propias decisiones. Para sacar dinero se lo digo a mi padre y él me acompaña. Por ejemplo, saco 100 euros para todo el mes y me gestiono. Para ir al cine, comprar algún cd de bandas sonoras, que me encantan”. 

“He aprendido que la vida no es ningún cuento. Hay que vivirla y hay más ratos malos que buenos, no es como en Las aventuras de Urko, que hay más buenos que malos. Estamos rodeados de gente mala”.

“Me encantaría ser autora de pleno derecho. Me gustaría, no, me encantaría tener un equipo en la editorial y dejarme aconsejar por ese equipo a nivel todo: personal, humano, profesional”. 

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