“La primera vez que llegué a Europa la primera sorpresa fue al llegar al aeropuerto y veo toda la gente blancos. Guay, vengo de un país donde toda la gente son negros. Qué diferencia, qué diversidad. La tierra es grande y tenemos hermanos a tres horas y media en avión de donde nosotros vivimos. Tienen diferente cultura, color y tenemos que compartir. No tenemos que mirar el color de la persona que está en frente de ti. Todos somos iguales, hermanos, y tenemos que compartir el mundo entre nosotros para un mundo mejor para todos”.
“Soy Daouda Diabatè. Nací en marzo de 1974 en el sur de Senegal, en Ziguinchor, la capital de Casamance. Vivo siete meses del año en España, en el Vall d’Aran, y cinco meses en Senegal”.
Daouda y la música
“Yo era músico profesional en Senegal. Hice de la música mi vida. Me dedico cien por cien a la música. Nací de familia músicos. La música es sagrado para mi familia. La voz, la melodía, puede llegar más que una palabra normal”.
“Tengo dos grupos profesionales en Senegal. Damos conciertos. También tengo dos grupos aquí en España. Todos mis grupos se llaman Toubamba. En Senegal tenemos una ciudad sagrada: Touba. Para mí es un símbolo muy fuerte de mi filosofía africana: el muridismo. En mi idioma materno quiere decir que todo tiene un final. Todo lo que tiene alma en la tierra: los árboles, el mar, un día va a morir”.
“También creo en dar lo mejor de uno mismo. Mi música no tiene fronteras. Canto en francés, mandingo, ouoloff, inglés y español. Música para mí es dar alegría, compartir emociones y hacer a la gente mejor. Toco varios instrumentos: bajo, percusión, guitarra, un poco el piano, canto y soy el compositor de las canciones”.
“Empecé en la música a los 14 años. Antes de sacar mi primer disco he trabajado diez años en crear mi propio estilo para dar lo mejor de ti al mundo”.
La tierra patrimonio
“Mi mujer se llama Begoña. Es española. Es profesora de música. Nos conocimos en Senegal en 2002 cuando estaba de viaje. Yo no quería venir a España todavía porque quería crecer como músico. Tenía mi carrera. Buscando mi camino, mi estilo de música. Ella vino España y yo allí. Venía solo en vacaciones ella y es muy poco para nosotros. En 2012 nos casamos. Yo soy musulmán y nos casamos en la mezquita y también por su ley en el ayuntamiento. Cuatro o cinco años pasan hasta que visados en regla y todo en orden. Primera vez vengo a España en el año 2016. Ahora vivo entre España y Senegal”.
“Mucha gente en Europa piensa que África es una jungla con animales: leones, monos. Cuando mi mujer vino por primera vez sus padres tienen miedo. Pensaban que la íbamos a poner en una olla para comerla (ahora me llevo superbien con los padres de mi mujer). Mucha gente puede tener el mismo problema y entonces hemos construido en 2011 una casa rural, como un hotel, con piscina y todo en Senegal para que la gente de Europa venga y conozca. Senegal es un país como todos los países, con sus defectos y sus riquezas”.
“Cuando estoy en Senegal conectar conmigo mismo. Tranquilidad del espíritu. Tengo paz, poder componer, no perderme en el lujo que está aquí en Europa. Coger fuerzas y poder volver a España”.
“De España me gusta todo, no tengo ninguna experiencia mala. Cuando estoy meses en Senegal echo de menos España y cuando estoy meses en España echo de menos Senegal. Me gusta vivir en los dos”.
“El racismo que la gente habla, te lo juro de verdad, yo he viajado en Europa para dar conciertos y nunca, nunca, nunca he vivido racismo. No sé por qué. Para mí hay que respetar las leyes de los países. A qué sirve la ley si la gente no quiere respetarla. La gente no debería venir con patera a un país. Yo vine en avión. Las pateras no son gratis, 1.500 euros cada uno o 1.000. Ese dinero para montar negocio en el país. Aquí me encuentro a africanos que me dicen quiero volver, pensaba que aquí iba a ser más fácil”.
“En África he hecho mucha televisión y he dicho al Gobierno que cada senegalés pone cincuenta céntimos de su bolso cada día. Con ese dinero vamos a hacer un fondo común para ir comunidad por comunidad para que jovenes que cogen barco para venir a España y morir en el mar dar oportunidades, ver dónde hay problemas y hacer algo. Y la gente quedarse ahí para hacer crecer las comunidades. Si toda gente sale de África, ¿quién va a hacer crecer África? También digo, ¿a qué sirve ser africano de nombre si no tienes una tierra en África? La tierra debe ser patrimonio de la humanidad, que a cada senegalés el Gobierno le dé una parcela para trabajar y construir su casa”.
Como mi abuelo
“Mi abuelo me ha criado. Era músico profesional y con el dinero que ganaba ayudaba a la gente. Yo como niño de 7 años lo he visto hacerlo y me ha impactado mucho. Entrando en su casa y saliendo la gente con sonrisa. Quiero ser como mi abuelo”.
“En España cuando hago conciertos me pagan el dinero, coge la mitad y la otra mitad voy a África y hago pozo en los pueblos que tienen dificultades para tener agua. También para mí es una forma de luchar. Mi forma de contribuir como artista es agua para sobrevivir. El agua también debería ser patrimonio de la humanidad, como la tierra”.
“Mi mujer y yo no tenemos hijos. El proyecto de música es duro, duro, duro. Ayudo a gente alrededor del mundo para dar felicidad y dignidad. Quiero hacer un festival de música en todas las comunidades de España. Suelo hacerlo en África. Un festival intercultural para ayudar a los más vulnerables. En Europa la gente va a festivales en verano. Mi sueño es montar ese proyecto de música. Gente pobre con dificultades va a haber en todas partes del mundo. Veo gente apretada aquí: los precios suben y el salario no sube. Con el dinero que ganemos lo cogemos y con el alcalde vas al pueblo y dices en qué podemos ayudar. No busco poner mucho dinero en el banco, yo quiero compartir”.
“Soy muy feliz. Siempre sonrío. Siempre estoy contento. Soy perfeccionista. Me gusta hacer las cosas bien en el trabajo y puedo ser un poco pesado. Cuando veo a la gente feliz me siento feliz. Soy muy fiel conmigo mismo, como artista debes ser el ejemplo. La gente te ve, te escucha. Tienes un micrófono delante y tienes que ser ejemplo”.
“Yo te digo la verdad, no necesito mucha gente alrededor. Tengo una vida muy llena. En casa tengo mis instrumentos, grabar, conciertos. No me sobra tiempo, me falta. Nunca me he sentido solo. Tengo mi mujer, mis grupos, trabajo, proyectos, me siento muy afortunado”.
“Para mí el amor es la base de la vida. Necesitas querer, así tienes más fuerza para vivir, para ser feliz. Mi mujer es una cosa muy especial, ella me ha dado todo el amor que tenía, ha compartido todo conmigo. Y yo digo esto es el amor. Tienes que valorar lo que han puesto en tu camino, valorar lo que tienes”.
“Hay mucha gente que piensa que soy loco dedicándome a la música. Mi madre trabajaba en un despacho, yo fui a la escuela. Mi madre creía que yo podía ser ministro o presidente. No puede comprender que yo a la música y que no gane tanto dinero. Ahora mi madre ha comprendido que he cogido un camino de determinación. Lo que yo quiero es ver a la gente feliz y con su dignidad”.
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